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El Senado

Publicado: 2011-08-17

Hay quienes se oponen al Senado porque lo vinculan a tiempos aquellos de desmadre político. Lo cierto es que el desmadre vino con la cámara única. El Senado servía como tribuna para el debate general de las ideas y cobijaba a la masa encefálica de la política nacional. Por lo demás, algunos temas, como el de la estatización de la banca, tuvieron desaceleración, desvirtuación y freno en el Senado.

La bicameralidad permite que los temas sean debatidos por la opinión pública antes de llegar al Senado y, en cierta forma, los caballazos encuentran un refreno importante, colmado de razón y sensatez. No en vano, los regímenes autoritarios se han valido de cámaras únicas para crecer y posicionarse. El Senado responde a la teoría norteamericana del Checks and balances, pesos y contrapesos o controles interorgánicos, que impiden, incluso, la tiranía parlamentaria.

El Senado sería auspicioso, pero no cualquier Senado sino uno que reúna a la crema y nata de la intelectualidad y las altas dirigencias partidarias. Discrepo de la "funcionalidad" del Senado Funcional que propuso alguna vez Víctor Andrés Belaunde, sin reparo en su esencia corporativista de origen fascista. Prefiero una cámara alta de intelectos, del trust de cerebros y polemistas que asuman el debate sobre los temas generales del Perú.

Si es así, el prestigio del Parlamento sería un efecto probable que redundaría en el prestigio de la política y de los partidos. Así, 40 o 50 senadores, invitados por los partidos entre académicos de vuelo, en la línea de la doctrina de cada organización, darían la hora de la política nacional y enriquecerían el debate, tan venido a menos desde los 90.

¿Será posible?


Escrito por

El fantasma

Justiciero y franco.


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El fantasma de la Opera

Pensando en voz alta