#ElPerúQueQueremos

Fragmentos inolvidables: La necesidad del fracaso

Publicado: 2011-06-21

Redescubro a Julio Ramón Ribeyro aún sin entender su sensación cotidiana de fracaso. No habría un escribidor de notas décadas después de muerto recordándolo sin haberlo visto si su vida hubiera tenido ese sello.

Fracaso el del que se propone algo sin conseguirlo, nunca el de aquel que no se propone nada y nunca llega a descubrir si hay una meta superada en el camino o una que es inasible.

Pero leamos y allá quien se identifique:

"3 de junio de 1950

¿Por qué estaré hoy tan decepcionado? Sin dinero, sin éxitos, sin amores, mis días van cayendo como las hojas secas de un árbol. Rodeado de oscuridad, de cenizas. Hoy me siento incapaz de todo. Una pereza moral irresistible. Sólo ansío viajar. Cambiar de panorama. Irme donde nadie me conozca. Aquí ya soy definitivamente como han querido que sea. Conforme me aleje irán cayendo mis vestiduras, mis etiquetas y quedaré limpio, desnudo, para empezar a ser distinto, como yo quisiera ser. Pero, ¿adónde ir? Si llevo dentro de mí el germen de todo mi destino, ¿para qué hacer rodar por todos los paisajes, como un circo ambulante, el espectáculo de mi vida equivocada?

Julio Ramón"

Y aquí otro fragmento, de quien vivió en déficit e incertidumbre y allá quien se identifique con el desaparecido y magnífico escritor:

"Escritor: triste vejez. Pienso en Léataud, en Céline, en Hemingway. Por diferente que sea su destino o su popularidad, el escritor termina por recluirse, por esconderse. Algunos se suicidan (Hemingway, Pavese, Nerval, sin llegar a veces a viejos); otros mueren de cólera y de asco, como Flaubert; otros enloquecen, se vuelven idiotas o paralíticos, como Baudelaire; muy pocos, como Goethe, soportan con grandeza la vejez, y con serenidad y optimismo. Lo ideal, para un artista, es tal vez morir antes de los 50 años, como Camus o Vallejo, cuando aún se espera mucho de él. No acabar su vida, hacer de ella solamente un esbozo"


Escrito por

El fantasma

Justiciero y franco.


Publicado en

El fantasma de la Opera

Pensando en voz alta